Para la prensa y los medios de comunicación “tradicionales”, Internet aterrizó en sus negocios como un Airbus A380 en un aeropuerto regional. De repente se encontraban con un monstruo de mil cabezas que les estaba devorando el espacio sin que supieran muy bien cómo reaccionar. Sobre todo la prensa escrita ha pasado por diferentes fases en su relación con Internet: de la ignorancia a la confrontación (aún quedan restos de ello, como en la relación de la prensa europea con Google) y, finalmente, a la adaptación, que ha supuesto una reconversión dolorosa en muchos casos.
Incluso muchos de los nuevos medios de comunicación digital que han surgido han intentado replicar el esquema de los periódicos tradicionales: tratar de informar sobre todo. El problema es que los ingresos publicitarios deben ser altísimos para poder sostener una estructura tan grande como la necesaria para tener un medio de comunicación generalista. Algo que raras veces sucede. Y la apuesta por los suscriptores o los contenidos de pago no acaba de cuajar. El País ya lo intentó hace unos años y tuvo que dar marcha atrás.
Sin embargo, al igual que los ‘nativos digitales’ tienen mucha más facilidad para asimilar el mundo online con el cual ya han nacido, en los nuevos medios de comunicación online también hay una nueva categoría de “nativos digitales”. Se trata de medios construidos por y para el aprovechamiento de las cualidades del mundo online de hoy: viralidad, socialización, información compartida, especialización…
Se trata de toda una hornada de medios como BuzzFeed, Gizmodo, Jot Down, Yorokobu, Xataka, Mashable, Vice News…y un larguísimo etcétera.
Todos estos nuevos medios de comunicación online comparten una serie de características comunes:
El caso de BuzzFeed es paradigmático entre los nuevos medios de comunicación online. Una empresa creada como laboratorio de contenidos virales, principalmente vídeos en Youtube, que se ha convertido en uno de los medios de referencia en Estados Unidos por la audiencia que alcanza (200 millones de visitantes únicos), que ahora ha decidido incorporar noticias y opiniones sobre política. Otro caso exitoso es el del Huffington Post, que ya se ha expandido fuera de Estados Unidos (Prisa, la editora de El País, gestiona la edición española).
En muchos casos, estos medios son la evolución de blogs preexistentes. Es decir, sus gestores tienen años de experiencia lidiando con las diferentes formas de atraer audiencia online y han conseguido monetizar sus blogs y hacerlos grandes. Se trata de un campo en el que se mueven con soltura, a diferencia de los medios clásicos en los que todo esto les ha venido de nuevas.
Al igual que grandes sitios de eCommerce como Mercado Libre o Amazon se están convirtiendo de forma acelerada en marketplaces, los nuevos medios de comunicación online están aprovechando las marcas de los medios clásicos, que también se están reconvirtiendo en marketplaces. El País tiene a Verne, El Huffington Post, Jot Down y está reconvirtiendo secciones para dotarlas de personalidad propia. Lo mismo sucede con otras cabeceras importantes tanto en España como en otros países.
Se trata de un movimiento natural, que permite crear unidades de negocio diferentes y externalizar costes manteniendo el control sobre la calidad de lo publicado. Y, guste o no, el contenido viral es el cebo con el que atraer nuevas visitas a un medio de comunicación. Si nadie comparte tu noticia en Facebook o Twitter, simplemente esa noticia no existe.
Los nuevos medios de comunicación online lo saben, y los clásicos están empezando a adoptar esa estrategia. Probablemente el futuro de los medios escritos está en que los nuevos medios de comunicación online serán muchos medios distintos con ingresos relativamente bajos, con las grandes cabeceras ejerciendo de paraguas a cambio de comisiones.Otra cosa es la pérdida de poder de las grandes corporaciones periodísticas, pero para eso están las compras y las fusiones.
Habrá que estar atentos.
Fuente: Marketing4Commerce
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